Riot Ensemble llega al IV Festival Contemporáneo para cumplir su objetivo de conectar al público con la creación contemporánea a través de sus conciertos innovadores, vibrantes y gratificantes. Está compuesto por nueve músicos, que son algunos de los mejores solistas europeos de música contemporánea, bajo la dirección de Aaron Holloway-Nahum. Entre otras obras de reciente creación, asumirán el estreno de un autor canario.
Aunque pueda parecer un gesto moderno, buena parte de la labor compositiva ha consistido, durante siglos, en explorar las posibilidades y límites sonoros de los instrumentos e, incluso, a pensar qué es lo que hace que algo, un objeto, se convierta en un instrumento musical. Los instrumentos, además, están llenos de significados que los desbordan: por ejemplo, en el siglo XIX el piano no solo era un instrumento musical, sino que era el centro de las reuniones de la emergente burguesía en las grandes ciudades y anticipó el rol del fonógrafo, pues en él se interpretaban reducciones y variaciones de sinfonías u óperas que permitían conocer –como hoy el disco o el mp3– la música del momento. Vemos, así, como los instrumentos también cargan con convenciones, roles y formas predeterminadas –perfectamente revisables–. Este concierto invita a sumergirse en maneras actuales de repensar los instrumentos y la capacidad sonora de los ensembles: En They left us grief-trees wailing at the wall se unen a los instrumentos habituales también vasos de vino, clips o cajas de cartón y muchos de ellos están intervenidos (o, en jerga musical, “preparados”) con objetos tan variopintos como masilla o un pequeño altavoz conectado al móvil. Su objetivo es ahondar sobre texturas que, aunque aparentemente estáticas, revelan múltiples matices, igual que la pintura. Unmassed-B es resultado de una detallada investigación sobre los instrumentos –el propio Askenar, además de compositor, es intérprete multi-instrumentista– , cuya sonoridad es ampliada y transformada para proponer una escucha extrañada y curiosa. En la pieza se juega con el micro-ensamblaje del conjunto: por eso, se “desmasifica” el ensemble, creando planos de diálogo entre las distintas voces con dos polos, la marimba y el piano, por lo que escucharemos la mutación de los timbres y de los roles. El trabajo de Golnaz Shariatzadeh explora los cruces entre lo real y lo imaginario sin ornamento, trabajando la extrañeza, siguiendo de cerca la idea de “heterotopía” que desarrolló Foucault, que remite a lo desviado, a lo excluido o contradictorio: es decir, lo que se opone a la utopía como idea reguladora de lo mejor. Flock of birds flying out of her belly anuncia la idea que se encuentra tras la pieza y, sobre todo, en la exploración sonora que promete: se performa un ritual en el que se ve una procesión que porta una estatua. No es, sin embargo, una estatua al uso, el vientre de la figura se abre y saldrán de ella pájaros. Es, como ven, una invitación a escuchar lo inaudito.