El último verso aborda los últimos días de la vida de Federico García Lorca, en agosto de 1936, un mes después del estallido de la Guerra Civil española. El poeta se encontraba en Madrid y decidió volver a su ciudad natal, Granada, con el fin protegerse y estar con su familia. Sin embargo, Granada estaba liderada por el bando de los sublevados, los nacionalistas, cuyas ideas políticas chocaban directamente con las progresistas del poeta, a pesar de no interesarle la política. Eso, unido a su orientación sexual y las rencillas familiares propiciadas, entre muchas otras cosas, por la escritura de la que sería una de sus obras cumbre La casa de Bernarda Alba tomando como inspiración a la familia de los Alba, vecinos con ciertos vínculos familiares, hizo que el Gobernador Civil de Granada, José Valdés, recibiera ciertas denuncias en contra de García Lorca, tachándolo de “rojo” y enemigo del nuevo régimen. A partir de ese momento comienza la persecución del poeta, quien, a pesar de esconderse en casa de un buen e importante amigo falangista, no puede evitar ser detenido y fusilado, sin que nadie más que sus enemigos lo supieran. Hoy en día, la historia sigue sin saber dónde descansa el poeta.